LAS MOSCAS
La sirvienta de una casa, por descuido, derramo una buena cantidad de miel sobre el piso.
-Aquí está la fuente de vida eterna.-Pensaron las moscas que, guiadas por el olfato, se abalanzaron sobre el dulce charco.
-¡Ay, pobres de nosotras que, por mísera golosina, encontramos la muerte!-Se lamentaban en agonía.
Lo que no se previene,
Remedio no tiene.
Valerie Paloma
Rodriguez flores 1ero "B"
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